¡Hola a todos!
Desde octubre Mija, Paula, Carlos, Maria Caloca y Guille hemos recorrido juntos un camino lleno de aprendizajes y retos en nuestro camino para ser coordinadores scout. Ha sido un viaje intenso donde en cada sesión hemos aprendido herramientas y conocimientos, que nos han marcado. En esta entrada del blog, intentaré resumir todo lo que nos llevamos de esta experiencia, aunque la verdad es imposible ponerlo todo en una entrada. Hay cosas que para entenderlas, hay que vivirlas.
La aventura comenzó en noviembre, cuando nos reunimos en la escuela Castilla de Palencia. Al principio, todo eran caras nuevas, personas que apenas se conocían entre sí, pero que compartían un mismo propósito: convertirnos en coordinadores scout. El primer fin de semana, fue una experiencia llena de aprendizajes. Aprendimos sobre la psicología de los scouts, exploramos el entorno social del escultismo y entendimos cuál es nuestro papel como coordinadores. Descubrimos herramientas para programar actividades, estrategias para evaluarlas, la clave fundamental de nuestra labor. Pero lo más importante de esos días no fueron sólo los conocimientos adquiridos, sino las conexiones que nacieron. El finde llegó a su fin, y aquellos desconocidos ya no lo eran.
La aventura seguía su curso, y tras un largo online, por fin volvimos a encontrarnos en la parte de diciembre. Cuatro días intensos, en la escuela Castilla donde el aprendizaje fue muy grande. Nos adentramos en el programa educativo y el método scout, aquello que nos define y nos hace únicos. Profundizamos en el código ético y el proyecto educativo, comprendiendo cuál es nuestra labor. Y , cómo no, llegó la esperada sesión de legislación… todavía resuena eso de “Otra sesión, de legislación”
Pero entre sesiones y dinámicas, descubrimos que los momentos más valiosos no están a veces en estas. Un café compartido, un mosto en buena compañía, una charla en un banco… En esos instantes, sin darnos cuenta, también estábamos creciendo como coordinadores, compartiendo nuestras vivencias. Y tras cuatros días de esfuerzo y risas, el puente llegó a su fin. Todavía no sé cómo logramos sobrevivir a esos cuatro días tan intensos

Y sin darnos cuenta otro finde nos esperaba, este ya el penúltimo. Nos sumergimos dentro del trabajo de las secciones, en cómo evaluar nuestros trabajo y mejorar día a día. Explorar la gestión de equipos, aprendimos a liderar, a motivar y a fortalecer los kraales para poder seguir con este juego llamado el escultismo. El fin de semana estuvo lleno de vivencias y momentos que todavía recuerdo. Tanto así, que nos llevamos un recuerdo como son unas flores, que tenemos presentes en nuestro día a día.
Y así, sin darnos cuenta, llegamos al último fin de semana. El final de nuestro camino, al+ menos en la teoría. Esta vez, en Dueñas, nos adentramos en el tema de la motivación, en los distintos tipos de liderazgo y en cómo podemos seguir mejorando dentro de nuestro consejo de grupo.Pero antes de cerrar esta etapa, aún quedaba un último reto: el examen. Un paso más, que logramos superar con éxito. Así concluía oficialmente nuestra formación, aunque en el escultismo no se deja de aprender.
Quiero aprovechar este momento para dar las gracias a todas las personas que han hecho posible esta experiencia: formadores, colaboradores y cocineros, cuyo trabajo desinteresado nos ha permitido crecer y mejorar como scouters. Gracias también a cada compañero de camino, porque de vosotros hemos aprendido tanto dentro como fuera del aula. Sin cada una de las personas que han formado parte de este curso, esta aventura no habría sido la misma.
Nos llevamos mucho más que conocimientos. Nos llevamos experiencias, amistades y recuerdos que nos acompañarán siempre. Porque el escultismo es aprender, crecer y compartir… y este solo ha sido un capítulo más de nuestro viaje.
¡Buen provecho!
