El pasado fin de semana la Sección Scout de nuestro Grupo nos fuimos de acampada a Gama.
Al ser una época de exámenes, sólo pudimos disfrutar de ella 19 de los 35 miembros de la misma, pero eso no nos impidió a los que fuimos disfrutar de momentos intensos y divertidos.
Recorrimos los casi 6 kilómetros que separan la estación de ferrocarril de nuestro refugio caminando a buen paso, y una vez acomodados en el albergue, cenamos.
Después, para relajarnos, subimos al Castillo de noche. Fue una experiencia única que nos permitió disfrutar de unas vistas diferentes. La pena es que no conseguimos del todo uno de nuestros objetivos: una noche de sueño tranquila.
A la mañana siguiente y según lo planeado, desayunamos y salimos a disfrutar del maravilloso entorno. Nos fuimos de minisalida a 2 kilómetros, a la población cercana de Renedo de la Inera. Allí pudimos ir a unas estupendas campas verdes y protegidas de los vientos del norte, ideales para hacer juegos e incluso trepar por las rocas. Comimos nuestros bocatas, recogimos los bártulos y regresamos.
Una vez en el albergue, y aprovechando el buen tiempo, pasamos un rato en la calle y, después de merendar, hicimos un juego tranquilo de interior para estimular nuestras neuronas. Hubo de todo: respuestas acertadas, otras no tanto y algunas muy divertidas.
Intentamos acostarnos pronto y dejar todo bien recogido, porque al día siguiente nos esperaba un día duro: el regreso a Palencia. Nos levantamos a las 6 de la mañana para estar a tiempo en la estación, porque nuestro tren salía a las 8:48, aunque finalmente el recorrido se hizo a buen paso y nos sobró tiempo.
Aún así, en el viaje tuvimos que aprovechar para recargar las pilas.
En resumen, la acampada fue corta pero intensa y todos, incluidos los sufridos scouters, disfrutamos mucho, pues no hay nada mejor que una buena compañía.