El pasado fin de semana del 9 y 10 de Febrero, el Clan Rover realizo una pequeña acampada al pueblecito palentino de Lores. A pesar de la corta duración, hicimos muchas cosas y nos sirvió para reencontrarnos como unidad.
La acampada comenzó el viernes 8 cuando la unidad salió de nuestra base en San Miguel, dispuesta a recorrer el camino que nos separaba de Lores. Antes de llegar realizamos una pequeña parada en el cercano pueblo de Tremaya (donde estaba también de acampada la unidad Esculta). Después de una visita de unos minutos, continuamos con nuestro camino. Al llegar cenamos y, despues de charlar durante un buen rato, nos fuimos a dormir.
El sábado fue con diferencia el día grande de la acampada: nos levantamos «pronto», dispuestos a subir la Horca de Lores. La subida fue más o menos dura, pero sin ningún evento destacable. La cosa se fue complicando a medida que nos acercábamos a la cima, ya que el viento soplaba con fuerza y la nieve estaba congelada. Después de coronar la cima nos apresuramos a un descenso mucho mas complicado, que comenzó con cuando se nos echó encima la niebla en la cumbre de la montaña. Ya más abajo las dificultades no cesaron, ya que la nieve se reblandeció mucho y nos hundíamos a cada paso. Al final conseguimos volver a la base, y a pesar del notable cansancio conseguimos sacar fuerza para la ceremonia de bienvenida a uno de nuestros Rovers de primer año.
El Domingo fue un día mucho mas tranquilo en el que realizamos la revisión de la acampada, recogimos y preparamos todo para nuestro regreso a Palencia.
Esta acampada fue divertida y agotadora a la vez, nos acerco como grupo y nos sacó del estresante ambiente de estudios y trabajos en el que todos estábamos inmersos, aunque siempre echando de menos a los que no pudieron venir.